martes, 1 de julio de 2014

Perdón

s. m. Acción y resultado de olvidar la falta que alguien ha cometido, desechar u olvidar la deuda.


Recibir la Compostela(1) con tu nombre en latín, es parte de los regalos del Camino de Santiago. Simboliza el perdón de los pecados cometidos hasta entonces en la vida, entendiendo la peregrinación como una penitencia. Además, te incluye en la misa del peregrino, donde los sacerdotes te dan la bienvenida, por tu nombre y el país de dónde vienes. Es un momento gratificante, que recomiendo a todos. Supongo que en el siglo pasado, el Camino debió ser una travesía dura, pero hoy es un espacio de disfrute, lleno de ecología, arte, arquitectura, buena comida e inmejorable compañía, aunque no por ello, libre de esfuerzo.

La catedral cuenta con muchos confesionarios, para la escucha de imprudencias en todos los idiomas: pecados en francés al confesionario 5, en portugués al 6, en español del 1 al 3, Pro Linguis Germanica et Hungarica en el 7. Hay que reconocerles una gran organización y disciplina, necesaria para calmar la angustia de tanto visitante, en la oreja sin cara de quien esté del otro lado de la ventanilla.

Salí de la misa razonando el sermón, porque yo tengo la mala costumbre de analizarlo todo:

- Claro, yo vine de vacaciones, no a que me perdonen. Y no es que falte algo por lo que pedir perdón, pero éste es uno de los grandes… ¿se podrá ahorrar para pecados futuros? como un programa de puntos: pecados pequeños 10 puntos, pecados grandes 25 puntos, gula 21 puntos y así. ¿Se lo podré regalar a un gobiernero de los que ha destruido mi país? Seguro le hace falta.

Los peregrinos llegamos con eso de "pedir perdón" ensayado. Hay al menos dos puntos en el Camino francés para eso. El primero está en los campos de trigo de Navarra: la cima del Alto del Perdón(2). De lo que fue, hoy sólo queda una hilera de turbinas de viento a lo largo de la cordillera, marcando la modernidad en el camino de la tradición. Las esculturas de hierro ya ni siquiera voltean a mirarte. Antes de llegar, ya ha hecho uno penitencia con el esfuerzo de la cuesta. El segundo es La Cruz de Hierro, uno de los cruceros(3) ícono del camino. Es una bella cruz de hierro forjado, sobre un gran poste de madera, asentada en una colina de piedras que crece.

Cuando decides hacer el Camino, es tradición llevar una piedra de tu hogar, escrita o envuelta con tus deseos escritos, y dejarla en la cruz. En el crucero “más cerca del cielo”, Dios da prioridad a los perdones y peticiones en las piedras, una especie de pase VIP. Aunque no dejaba de pensar que me “coleaba”, dejé las piedras que llevaba (la mía, la de Gilberto y la de Cris).

A diferencia del Alto del Perdón, la Cruz de Hierro está rodeada por un paisaje envolvente. El cielo parece visto por un lente de ojo de pez, como si los bordes del azul se cerraran en la tierra, amparados por la ubicación, la altura y tal vez una dosis de cansancio.

El garbanzo no llegada. “Perdón”, ¿qué significa realmente? ¿Cuáles son los límites? Mientras dejaba la cruz pensándolo, en mi cabeza había música de fondo, el ídolo cantaba:

- Perdóname, perdóname, si hay algo que quiero eres tú …

Entonces ¿perdonamos sólo cuando queremos? ¿Qué es el resto? Paciencia y resignación. Si mal no recuerdo, todo pecado fue pagado en la cruz, sacrificando al cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. El tetelestai(4) en el recibo lo comprueba. Mi entendimiento no da para esto, o al menos para aceptarlo, como decía mi abuela: “No me da la cabeza”. “Un paso a la vez” es siempre un buen consejo, así que por ahora el perdón es olvidar la falta cometida sin intención, o que pueda revocarse sin consecuencias.

Mientras crece mi conciencia, me conforta pensar, que benevolencia y justicia llegarán juntas, mezcladas con la ironía. A los que en Latinoamérica tienen sangre en las manos, por acción o complicidad, les llegará el día de pedir perdón, y aunque haya arrepentimiento profundo y honesto, oirán latir la sien del jefe tras la corona de espinas, y les responderán como a los venezolanos en los supermercados y farmacias: Lo siento, no hay.

La lata de Garbanzos : perdón
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(1) La Compostela es un documento del Cabildo Catedralicio de Santiago que certifica la peregrinación por motivos religiosos o espirituales a Santiago. Para conseguirla, se debe mostrar la credencial, donde se ha ido sellando y poniendo la fecha a lo largo del Camino, como por ejemplo en los refugios en los que se ha dormido. Para conseguirla se debe llegar a Santiago tras andar al menos 100 kilómetros a pié o 200 en bicicleta. Está escrita en latín.
(2) La sierra del Perdón va desde el puerto del Carrascal hasta el valle de Echauri. En medio de esta montaña se encuentra el puerto de Erreniega, por donde cruzan los peregrinos que van desde Pamplona a Puente la Reina. Hasta mediados del siglo XIX hubo aquí una ermita dedicada a la Virgen del Perdón y un hospital de peregrinos.
(3) Cruces altas de piedra, hierro o madera, son elementos devocionales integrados al paisaje que se encuentran en medio de los núcleos de población, encrucijadas, cementerios, atrios y bordes de caminos. Reflejan el sentimiento supra natural que rodea la vida tradicional del campo gallego. Tradicionalmente barrocos, se levantaron entre los siglos XVII-XIX, aunque no faltan algunos medievales.
(4) Palabra griega que se traduce como “consumado”. Era utilizada para estampar el sello de “pagado” en un recibo, y también era el sello que se ponía sobre los cargos contra un criminal, una vez que había cumplido su sentencia. Un tetelestai era clavado en la puerta de la casa, comprobando que realmente él ya había pagado por sus crímenes.

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